La belleza tiene su secreto: el engastador
Un sencillo collar hecho de conchas o una simple corona de flores, servían ya a los hombres primitivos como signo de distinción o estatus entre sus semejantes. Es evidente que hemos cambiado mucho desde entonces y que disponemos de avances tecnológicos que nos hacen más fácil nuestro trabajo y sin embargo, sorprendentemente para mucha gente, el oficio del Engastador sigue realizándose a mano.
Es la habilidad del Engastador, la que hace que te detengas, o no, ante el destello de unos brillantes por pequeños que estos sean.
Y desde luego ten por seguro que todas esas joyas que te fascinan de Cartier, Bocheron, Tiffany, etc, están hechas a mano por los mejores maestros engastadores.
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